Crisis

Con un poco de temor vuelvo a la escritura. He pasado estos últimos meses divagando, haciendo un poco de todo, tratando de imponerme una rutina pero fracasando fielmente. También he vuelto a leer más, lo que produce que poco a poco recupere un cierto estado de concentración que voy perdiendo y recuperando, que también voy deseando y fastidiando. 

Leyendo cosas de este blog me entero que este momento de crisis ya había sido predicho hace algún tiempo y que en un momento de resguardo (de encierro talvez) se me había dado por comprar muchos libros, y en un afán de gastar lo duramente conseguido me compré “El Astillero” de Juan Carlos Onetti, y ahora o leo con detenimiento, estudiando cada situación, tratando de entender porqué Onetti es ese narrador temerario. Hay un amor a las palabras, hay un encierro, hay una seguridad y un temor en la narrativa de Onetti, pero por sobre todo hay un tremendo sentimiento de querer describir esa pausa de la vida, esa momento de desconcierto en la realidad cotidiana. No quiero escribir más de Onetti porque me tomaría muchas más páginas y lo que pretendo ahora es contar otras cosas.

También vuelvo a dibujar, con bastante timidez. Me sorprende recordar la seguridad que tenía en otra época pero voy entendiendo que es parte de este momento y que todo lo sufrido será parte de un crecimiento. Cada vez me seduce más la idea de la no-pertenencia, de no creerme inmerso en una tribu, de no ser personaje. Quiero adoptar la filosofía de que mi trabajo hable por mi, de ser lo suficientemente bueno como para prescindir de mi formación independiente, de los títulos que tenga. En un afán de controlar las cosas tomé malas decisiones, pensé que bastaba una idea romántica para saltarme de sistemas, y la cruenta realidad me abofetea cada vez y con más fuerza, haciéndome entender que los caminos correctos son siempre los de la sinceridad. Así va el tema de la Ilustración

Pretendo darme un tiempo, desapegarme de estas cosas, del internet, de las redes sociales, de todo aquello que me distrae.