Cite' Tango

¿Cuál es el compromiso del que desea contar algo? digamos que los pensamientos de un purista más o menos agradable irían por palabras tales como "calidad" y "eficacia" es decir, la obra y su concepto, de acuerdo, pero el purista obedece a dogmas y ya es el colmo, para alguien consciente de su despiste y sus neurosis, tener relaciones con dogmas, suficientes son los ideales freudianos. Entonces ¿cuáles son mis obligaciones? me animaría a decir: despertar temprano, limpiar el taller, trabajar hasta tarde, sentirse satisfecho por algún que otro dibujo o pintura bien hechos, leer algún libro y entender los mensajes a la primera; nada más. Aunque resuma en un egoista y todo esté fuera de cualquier realidad, los pies nunca pisaron la tierra. 

Es cierto también que hay que vivir. El día sólo se puede entender en el segundo acto de Cite' Tango de Astor Piazolla, lo que pasa después es otra canción, un sonido distinto.

Ahora sí, desempolvando un poco el cuchitril. Las aspiraciones de la ilustración han quedado rezagadas por las tentativas de ser un buen dibujante (y ahora un buen pintor, gracias a un profesor de pintura) No sabes cuánto disfruto dibujar y pintar, y componer y equivocarme. No sé hasta que punto de la normalidad lleva tanta exigencia, pero entendí que es indispensable, entendí que todos debemos trabajar apasionadamente, qué sentido tiene hacer algo que no es lo nuestro (consuelo neurótico) Mi victoria de estos últimos meses es haber entendido cómo se construyen las formas y cómo se valoran, cómo se interpreta, cómo se van creando miradas con sólo líneas. Además está amor hacia los materiales, un mundo nuevo por descubrir.

Me preguntaba si me hubiese gustado conocer todo esto de jóven (tengo 29 años ahora) puesto que la mayoría de ellos empiezan desde muy temprana edad y la pintura y el dibujo son cosas tan comunes como el biberón y los pañales. No lo sé, ni siquiera sé si me hubiera gustado dibujar hace 3 o cuatro años atrás. Pertenecía a una rebeldía que aún ahora sigue siendo mi sustento, pero es evidente que la moda de hoy es la responsabilidad por el oficio.

Además, las glorias de aquellas épocas eran de orden femenino. No olvidar nunca que por mucho tiempo el cigarrillo, el vino y la intransigencia de los besos, habían sido una buena forma de conocer a las personas.

En un rincón de mi taller tengo la mirada de García Márquez pegada con chinche sobre la pared, Recordándome que la imaginación trabaja para uno mismo y después vienen los demás, y a lado de él está una reproducción de acuarela de Benjamín Lafuente, diríamos que con una mirada más sincera que la del Gabo pero que exige de la misma manera a trabajar incansablemente. Cosas que me obligan a no darle más vueltas a las cosas.

Y yo empezaba ha escribir sobre preocupaciones de compromiso y obligaciones. Alguien, a quién no quiero mencionar y que vive lejos, diría que mi temor originario es, efectivamente, y dando un giro digno de cualquier drama: el compromiso.

Como de costumbre, citar una canción y no ponerla por acá es de mala educación, así que...