Aquellos lugares imaginarios.

La obsesión puede llevar a lugares poco amistosos. El obsesivo, en la desesperación por la aceptación, transita delirantemente dentro de exigencias y críticas. Darle le vuelta a la situación, enfrentar aquellos ojos acuciosos es deber primordial del que está profundamente comprometido con con el oficio, el oficio del dibujante, que está íntimamente relacionado con el oficio del obsesivo, por eso se angustia de sobremanera cuando las cosas no salen como se las esperaba. Dentro de todo, volver a intentar es tomar una nueva ruta, y cada vez se está más cerca de esa imagen que se intenta solucionar, interpretar o entender.