El último lugar para la intuición

Ordeno las cosas, adquiero nuevas rutinas; en definitiva nuevo espacio para los malos hábitos. Aveces no quiero saber nada de dibujo y me dedico a lo que, durante los últimos años hago con cierta destreza: la vagancia. Y no tengo un oficio,y no hago nada especial; camino por lugares que no conozco. Tengo miedo a perder mi comodidad y durante ese tiempo me siento bastante inútil. Y nuevamente retorno al taller, cansado de no hacer nada. Por las noches, por las tardes. Tratando un poco cada día de ser exitoso mientras voy fracasando incansablemente. A veces pienso que la gráfica es el último bastión para el que le gusta ser intuitivo. 



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