Fragmento

Recuerdo que se sentó en el sillón gastado, las rodillas sobre la barbilla, la cabeza hacia un lado mirando atentamente el suelo, el cabello encrespado del que le salían grandes mechones ondulados que caían sinuosos sobre su rostro hasta los brazos delgados  y desnudos. Con una mano se tocaba los dedos de los pies, acariciándose las uñas pintadas de rosa. Posiblemente estaba triste, por alguna cosa que le dije, que ahora me es imposible recordar. 
   Pero recuerdo perfectamente, como si la mirara ahora, la suciedad de la pared alrededor de ella, adornándola.

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