Sobre el temor al Demonio

No le tema al Diablo. Representado aquí en colores vivos y trazos gruesos, sonrisa exagerada y mirada pícara. Puesto como la mascota de esta marca personal. 

Si usted viera a un Diablito suelto por la calle, paseándose con su vistosa tez magenta y su copiosa y alborozada sonrisa de cuerno a cuerno ¿No le gustaría entablar comunicación? Quiero decir ¿No le parece fabuloso tener al demonio frente a sus narices? ¿No le gustaría preguntarle alguna cosa? ¿No desearía acaso, estrecharle la mano? ¡Es el Diablo en persona! Y después, en la comodidad de los suyos, se jactará orgullosamente de que conoció, un día cualquiera caminando por la calle, a un pequeño y simpático diablito. 

¿Desde cuando se envileció al Demonio? la gente le teme a las cosas extrañas, y lo extraño le parece incorrecto. Puesto que la normalidad es el único terreno que nos brinda confianza y seguridad ¿Pensando de esa forma se podrá llegar lejos? Esta marca pretende la innovación, un menester muy difícil en un mundo donde lo visual avanza rápidamente. El creador, un audaz crítico de lo conservador, se alegrará muchísimo de la acogida que se le dió a su mascota, y de que los prejuicios sean abolidos de una vez por todas. Es por eso que para afianzar esta relación cliente-diseñador le trajo a su disposición unos majestuosos stickers. 

No caigamos más en la palabrería, le propongo que deje atrás esas ideas conservadoras y apoye esta marca.

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